Poemas Viejos: Tres poemas de amor (16/10/2024)

Esta es una serie de tres poemas que hice hace tiempo, en 2020, cuando estaba bastante intensito. Igualmente creo que quedaron chulos, aunque me de un poco de vergüenza ir enseñándolos por ahí (sobre todo porque van sobre amor y esas cosas de las que da pudor hablar).



Tú (04/02/2020):

No te vas de mi cabeza.
Te siento en cada suspiro,
susurro,
mentira,
y sueño.

Me siento junto a ti colgado de fibras de oro,
cuerdas de titiritero que me mueven con tu andar.
Siento cómo miles de flores se abren dentro de mí a cada instante
y siento cómo se mueren cuando sé que conmigo no estás.
Juro que muero y nazco cada noche y cada segundo,
juro que tengo miedo y siento valor de tu mirada
acogedora y monstruosa
que nubla mi sol y pare mi luna cada madrugada.

Por qué es este mi sentir si realmente de ti todo desconozco,
por qué toco los acordes que mecen tu mente en canción de cuna.
No te vas de mi cabeza y me brotan amapolas de plomo
loco de amargura y ahogado en lágrimas de luz de luna.

Quiero darte mi vida y que la mezas en tus brazos
quiero escuchar la melodía de tus dedos sobre mi mano,
quiero abandonar este sueño y vivir libre por fin a tu lado,
quiero estar contigo aunque acabe hecho pedazos.

Destrúyeme y hazme vivir,
que quiero luchar cada segundo por existir.



Te he pensado (21/03/2020):

Hoy he pensado en ti de esa forma,
he visto al fantasma de tu risa junto a mí de nuevo,
con esa sonrisa por la que hubiera dado la vida,
no una, sino que mil veces seguidas.

Recuerdo cada mueca y expresión fruto de mi mirada,
recuerdo cómo cada noche al dormir mis ojos suspiraban
y cómo mis dedos se suicidaban
tras acariciarte
porque temían que esa pudiera ser la última vez.

Me hacías llorar el Nalón cuando te miraba
a esos ojos de profundidad oceánica,
me volvías sordo, ciego y mudo
con el simple surgir de tu voz desnuda.

Hoy he pensado en la tú del pasado,
aquella a la que amé más que a los bosques,
más que a mi familia y que a mí mismo;
aquella persona por la que hubiera matado.

Hoy he recordado todo,
siento añoranza.
Ni río ni lloro,
simplemente estoy,
simplemente te he pensado,
simplemente me he acordado.



Brisa (15/04/2020):

No sé si eres mistral o céfiro,
el amor o un verso de Homero en griego.
No sé si sabes a noche o a día,
o si eres cálida o eres fría.

Sólo sé que tú, brisa, me tranquilizas
y haces que me yerga ante un campo de lirios,
grande como el universo,
y que cierre los ojos y no sienta lo externo.

Sólo sé que haces que por un mínimo momento
para mí sólo existamos tú y yo
y no sé cómo tomármelo,
si bien o si mal,
no sé,
igual sólo necesito pararme a respirar.

Eres, y me repito, como la brisa
que me da igual que seas cálida o fría,
si vienes de noche o vienes de día
de oriente o de occidente,
o si para leerte tengo que aprender griego.

Es que aun así todavía
sé que me tranquilizas y que haces que me levante
ante un campo de blancos lirios
y que al cerrar los ojos vea paz
y que me repita
y que me sienta junto a ti colgado de fibras de oro
y que me repita
a esos ojos de profundidad oceánica a los que lloraba
y que me repita.

No sé qué más quieres que te diga,
ahora mismo sólo necesito salir un poco al balcón
y sentir la brisa.